Cuestionamiento Antropológico del orden social establecido.
¿Por qué, desde que nacemos nos dicen que hay que hacer?
¿Por qué, se nos imponen normas y lineamientos sociales, los cuales tenemos que seguir por toda nuestra existencia?
¿Qué es, que somos tan “tonticos” que no podemos tomar decisiones y acciones por nosotros mismos?
O es que ¿Hay algo más fuerte que nuestra individualidad?
Desde que nacemos se nos enseñan normas y formas de conducta las cuales tienen que impregnarse en nuestro ser y en nuestro diario vivir, ya que sino, seremos reprendidos por nuestros padres, los cuales velaran, por que se cumplan estas disposiciones sociales, ya que “Dios guarde, que nuestro hijo no sea educado”.
A partir de este momento ingresa en nuestras vidas la palabra “Educación”, término que se le da a la acción del conocimiento, al saber, a dejar de vivir como iletrados y formar parte de una gran sociedad la cual sabe de todo -pero de todo lo que lo dicen-.
Ahora bien, en la primaria se nos enseña de la historia de nuestro país y como nuestros antepasados lucharon por que vivamos en libertad y sin conflictos, por la razón de que somos una nación de paz y tranquilidad y nadie que se jacte de ser “tico”, podría atentar contra esta tranquilidad social que vivimos.
Es aquí donde también se nos enseña a respetar a los mayores y no cuestionar lo que nos dicen, ya que el que “sabe” merece respeto, y así es como todo lo que se nos enseña lo absorbemos sin ningún cuestionamiento, siempre pensando en que lo que se nos dice tiene completa y total veracidad.
Crecemos creyendo que todo es color rosa y que todo esta bien, sencillamente por que es lo que se nos dice a lo largo de nuestra educación, la cual va enfocada en el respeto, en el orden, en el no cuestionamiento de nada y en el pensamiento de que todo aquel que no este de acuerdo en como esta todo establecido, esta mal.
Por muchas razones -las cuales no expondremos en este ensayo- no todas las personas llegan a terminar sus estudios, echo que los pone en desventaja social-laboral, ante los demás, y la misma sociedad los castigara dándoles los trabajos más inhumanos y despreciables por este “pecado”, de no terminar los estudios.
Por lo tanto estos individuos se ven obligados a salir al mercado laboral con la consigna de trabajar en lo que sea, con las condiciones que se les dicten y las normas a seguir por parte de ellos hacia la empresa, esto siendo acompañado siempre de una amenaza de que si no cumple con las pautas a seguir será despedido sin miramiento alguno.
En principio el encontrar el trabajo será una liberación personal, de la presión que se dará por parte tanto de la sociedad como de la familia, ya que esta en la obligación tanto de aportar o de sostener a sus protegidos, y este trabajo será agradecido-por lo menos en principio- por el empleado ya que esta es la solución a sus problemas.
Es así como miles de costarricenses salen de sus casas a estos “calvarios”, al “yugo”, a la “puercada de brete que tengo”, solo con el único aliciente de que por quincena se le devengara su salario, el cual no alcanza para tener una vida digna y solventar sus necesidades mínimas.
Conforme pasa el tiempo y el sujeto va ganando antigüedad en el trabajo, se le van abriendo los ojos ante las injusticias a las cuales esta siendo sometido, descubriendo una serie de anomalías en sus derechos laborales, los cuales el reclamara ya que se siente con el derecho que le otorga el tiempo que a laborado para ellos.
Se llena de confianza y se dirige a reclamar lo que es suyo ante la máxima autoridad a la cual se le da acceso a él en la empresa-ósea un “pelado” igual a uno, solo que con un cargo más alto- el cual se encargara de ponerlo en su lugar y recalcarle que “si no le gusta, vallase, “deporsi”, hay mucha gente afuera que esta deseando trabajar y no se quejara como usted”.
De inmediato, el sujeto piensa en un plan B, el que consistirá en convencer a los demás empleados de que no esta bien lo que ocurre en su lugar de trabajo, cosa que no resultara ya que nadie se afiliara a un sindicato, por que en nuestro país es muy mal visto formar parte de uno, por la razón de que lo catalogaran de “pleitero” y “revoltoso” en el ámbito laboral, y después nadie lo contratara.
Ante tales negativas se hará uso del plan C, que será el de reclutar a empleados o todo aquel que este de acuerdo con sus pensamientos para cambiar las cosas, para de esta manera formar un frente en contra del orden laboral y social.
Claro esta, que si se encontrara a más de un “camote” que le dará la razón y lo acompañara en su “revolución” pero estos individuos no bastaran, ante la gran cantidad de ciudadanos concientes de la forma de vida que tenemos y ellos no arriesgaran su libertad, por una causa que no lo amerita.
Es así como la “Lógica Formal”, se impondrá ante la “Lógica Dialéctica”, y la vencerá sin mucho esfuerzo, sin sudar lo más mínimo, ya que entrara a funcionar una parte preponderante en la sociedad, que es la que nos limita en nuestro accionar, ese regulador, esa directriz que funciona automáticamente en nuestro razonamiento, el cual es denominado “Educación”.
Todo aquello que se nos enseño a lo largo de nuestra vida, esta planeado para que estas lógicas sociales, actúen por nosotros, nos controlen y nos hagan resignarnos ante las injusticias a las cuales nos vemos expuestos.
La racionalidad económica se impondrá no solo en los demás, sino en uno mismo, ante una situación en la que hay que sopesar, el quedarse sin empleo y no poder sustentar a la familia o si hacer valer nuestros derechos adquiridos desde hace mucho tiempo.
Es extraño como nuestra sociedad nos hace ver como incorrecto el utilizar nuestro derechos laborales, nos dice mediante estrategias simples, que si lo hacemos no esta bien, que esa no es la forma correcta de hacer las cosas, y más bien hay que agradecerles a los dueños de empresas que nos hayan contratado, resarciéndolos con obediencia y silencio, para no molestarlos.
El cálculo diario de nuestras acciones, es la base primordial de este obedecimiento, en el cual se pone en balance, ¿que podrá pasar por nuestras acciones?, ya que si estas terminan en consecuencias negativas, será mejor no ponerlas en practica.
Por eso no se extrañen de escuchar a las personas conversando tanto en el bus, en la calle, en un café, en el bar y demás lugares, de que están cansados y aburridos de trabajar en “X” lugar, de que no se les valora, no le pagan lo suficiente, trabajan más tiempo y no se lo resarcen justamente.
No se lo cuestionen, ya que la respuesta lógica puede ser muy obvia, pero la respuesta humana puede ser otra que no esta contemplada en nuestro ser y mucho menos comprendida por muchos.
Hay que reconocer que el trabajo ha sido bien ejecutado, y que el objetivo ha sido logrado; que se logro invisibilizar el aspecto humano ante la lógica formal, que puede predominar libremente el razonamiento económico, ya que no será cuestionado y mucho menos quitado de su pedestal.
Y es así, como usted vera-si pone atención- de que cada mañana, todos los días, a diferentes horas, siempre ira un empleado insatisfecho, triste y desesperado, a ese trabajo “estrangulador”, pero será desviada su atención, por la supuesta felicidad que ellos emanaran, ya que no se puede hacer nada más que resignarse y seguir viviendo.
Ya que todo lo que soñé de niño y se me fue enseñado por parte de la cultura a la que pertenezco, en donde hay un buen trabajo lleno de oportunidades, ascenso social y personal, de que todo estará bien y yo disfrutare de este bienestar; puede ser súbitamente arrebatado por una acción de mi parte, impropia socialmente hablando, no podré pertenecer a este sueño laboral, y seré relegado a conformarme solo con vivir y alimentarme, ya que si no logre mi objetivo dentro de la sociedad, solo habré tenido un idilio laboral y no una realidad social.
Hola! :) espero que te acuerdes de mi!!! :) me pareció un tema muy interesante para reflexionar, lástima que hace mucho no leo tus blogs, me parecen excelente!!!
ResponderEliminarSiga asi! :)